INVERSIÓN DENTRO Y FUERA DE SU PAÍS DE RESIDENCIA.
El seguro de inversión es un producto financiero que aunque se denomina seguro es más parecido a los modelos bancarios para rentabilizar los ahorros. Su estructura es prácticamente la misma, pero con la diferencia que genera una rentabilidad que en estos momentos es más generosa que la derivada de los depósitos bancarios a plazo. Porque se trata de unas herramientas que están diseñadas para asegurar su dinero y que además proporcionan un rendimiento a través de los años. De todas formas, es mejor invertir a largo plazo para obtener un rendimiento mayor.
Se constituyen como un modelo de ahorro que puede sustituir a partir de estos momentos a los tradicionales productos financieros basados en la renta fija. Como por ejemplo, imposiciones a plazo fijo, pagarés bancarios y en algún que otro caso también a las cuentas de alta remuneración. De cualquier forma, para contratarlos no hay que dirigirse a las entidades bancarias, si no que por el contrario están comercializados por las compañías de seguros. Esta es una sustancial diferencia respecto a los otros modelos de inversión.
Por otra parte, los seguros de inversión es un producto que en todos los casos ofrece una rentabilidad fija y garantizada todos los años. No es muy alta, pero permite ir creando poco a poco una bolsa de ahorro a través de los años. Se denomina seguro de inversión pero también son conocidos como seguros de ahorro porque su fundamento es potenciar este importante aspecto de la economía doméstica por encima de otras consideraciones técnicas. No es un formato homogéneo sino que puedes elegir entre diferentes alternativas que han diseñado las aseguradoras.
Seguros de inversión: ¿cómo son?
Los seguros de inversión o ahorro son pólizas en las que se garantiza una rentabilidad asociada a un capital que será depositado durante un periodo de tiempo previamente establecido. Este capital inicial y los beneficios obtenidos los puedes recuperar en el preciso momento en que termine este periodo de tiempo. En donde están caracterizados porque admiten la posibilidad de que puedas realizar nuevas aportaciones al capital inicial hasta que finalice el tiempo establecido. En función de los ahorros que tengas en tu cuenta corriente y del nivel de aceptación que tengas de este producto financiero.
Otro de los aspectos que debes tener en cuenta a partir de estos momentos es el que se refiere a su fiscalidad. En este sentido, son más beneficiosos que los restantes si van dirigidos al medio y largo plazo. Por otra parte, también son más flexibles, porque puedes diseñar una estrategia de ahorro o inversión en cualquier etapa de tu vida personal o familiar. Es decir puede contemplarse como parte del ahorro infantil, jubilación o incluso para conseguir unos objetivos. Como por ejemplo, comparte un coche o planificar las próximas vacaciones de verano.
Rentabilidad que ofrece.-
De todas formas, lo que más interesa a los usuarios en estos momentos es la remuneración que pueden obtener a partir de estos momentos. No está definida de una manera unitaria, si no que el contrario dependerá del modelo elegido y sobre todo de la aseguradora encargada de comercializarlo entre sus clientes. A pesar de todo, puede establecerse un rendimiento general para los seguros de inversión que oscila desde el 7 % y hasta el 10 % aproximadamente. Pase lo que pase en los mercados financieros ya que sabrás tu interés en el mismo momento de suscribir estos productos destinados a la inversión.
Hay una sutil diferencia con respecto a las imposiciones bancarias a plazo y es que en estos productos el interés puedes cobrarlo año tras año. Sin tener que esperar que llegue la fecha de su vencimiento y que te puede crear algún que otro problema de liquidez en tu cuenta corriente. Esta es una de las grandes ventajas que aportan esta clase de seguros tan atípicos y a la vez especiales. En cualquier caso, con una rentabilizar algo mejor que en los productos bancarios y que los ha hecho más atractivos ante buen número de usuarios. Porque además siempre et garantizan las aportaciones monetarias realizadas hasta ese momento.